lunes, 29 de septiembre de 2014

Penitencia

Llamo a tu puerta.

Sabes que soy yo. Te levantas del sofá a abrirme en tanga. 

Te miro a los ojos mientras te sujeto la barbilla con una mano.

La otra mano ya te ha sujetado por la cintura.

Te beso con toda la intensidad que puedo.

Entonces te agarras a mi cuello y saltas a mis caderas.

Cierro la puerta con el pie.

Te sujeto apretando esos cachetes que tanto me gustan.

Toda mi lengua está dentro de tu boca.

Te dejo caer en el sofá.

Ahora cumplirás tu penitencia... te digo mientras me desabrocho los vaqueros...

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